dilluns, 11 de març del 2013

Cipreses ignífugos

1. INTRODUCCIÓN

El pasado verano, al calor de los Grandes Incendios Forestales (en adelante G.I.F.) hubo quien no tuvo miramiento alguno a la hora de afirmar que existen cipreses  (Cupressus) ingnífugos, a tenor de una casualidad aislada que se produjo en el incendio de Andilla en el que una parcela experimental en la que había una plantación de esta especie.

Imagen 1. Parcelas experimentales de cipreses.   Incendio de Andilla. Fuente: Diputació de València

El "milagroso" hecho fue anunciado a bombo y platillo en una vorágine que demuestra la falta de criterio, conocimiento y sentido común que muchas veces existe a la hora de "informar" y que ha hecho mucho daño a quiénes se dedican a estas lides que son los incendios forestales.

Una premisa clara: la vegetación ignífuga de momento, no existe. 

Afirmar lo contrario, por el momento, es de tal estupidez que no merece el más mínimo comentario ni inversión de tiempo. En el presente artículo, y ante las dudas que muchas personas plantean al respecto, se abordará el caso aislado, y algunas muestras de lo contrario. Los cipreses arden. Vaya que si arden. 

2. ¿QUÉ PASÓ CON LOS FAMOSOS CIPRESES?

2.1. Ruptura del combustible. Cortafuegos perimetral.

Existen diversos motivos por los cuáles se pudo producir el hecho. Un motivo, importante, es que toda la parcela se encuentra rodeada por una franja perimetral (comúnmente conocida como "cortafuegos") que circunda la plantación.


Imagen 2. Área de discontinuidad que circunda la parcela experimental de cipreses. Incendio de Andilla. Fuente: Diputació de València

Sin duda, la ruptura de la continuidad de la vegetación (combustible en incendios forestales) contribuyó a que no se quemaran, qué duda cabe. De hecho, parece más conveniente hablar de una "isla" que de una "barrera". Pero en adición existen más factores que reforzaron este efecto y que contribuyeron a evitar la quema.

2.2. Orografía. La configuración del terreno.

La parcela está ubicada en una depresión del terreno. Esto genera mayor grado de humectación del suelo (mayor contenido en humedad) lo que hace que la planta tenga un mayor contenido de agua. Por tanto, debido a este hecho, la temperatura de ignición (punto en el que comienza a arder la vegetación) mayor.

Pero además, la ubicación, genera otro aspecto relevante. La incidencia de la llama se producirá por lo general a favor de la pendiente (el fuego asciende una ladera más rápido de lo que la desciende). La incidencia del calor, también se ve alterada por cuestiones topográficas como se muestra en el siguiente esquema.

Imagen 3. Esquema de ubicación de la parcela respecto a la incidencia de la llama. 
Fuente: Elaboración propia. Dalmau, F.; 2012.

En la siguiente imagen de un incendio forestal se puede observar hacia dónde avanza el fuego.

Imagen 4. Muestra de evolución de llama en ladera. Fuente: United States Department of Agriculture.


2.3. Marco de plantación y dinámica del viento.

La densidad de la plantación genera proyección de sombra. La proyección de sombra reduce la radiación solar que llega al suelo y genera menor temperatura. La menor temperatura evita la evaporación. Y esta sencilla explicación concluye, nuevamente, en un mayor contenido de humedad (unido al fondo de valle). Mayor contenido en humedad, menor facilidad para arder. Física básica. 

También se debe considerar que los vientos locales resultan fundamentales a la hora de la propagación en un incendio forestal. De hecho, en cada zona de un G.I.F. puede haber vientos diferentes, y esto, lógicamente, modifica el comportamiento del fuego. 

Los árboles suponen un obstáculo para el viento. La estructura de la vegetación (y no la especie a la que pertenecen los árboles)  entendida como "como el patrón espacial de distribución de las plantas" (Barkman, 1979) altera el viendo dominante en el momento del paso del fuego.

Imagen 5. Ratios de velocidad de viento por ubicación topográfica. 
Fuente: The COMET Program / NWGC.

De hecho, la vegetación tiene un efecto de "fricción" sobre el viento, y reduce sus velocidades como se muestra en el siguiente esquema.

Imagen 6. Representación esquemática de la ralentización del viento causada por diversas cubiertas vegetales. Fuente: The COMET Program / NWGC.

La resistencia producida por la fricción ralentiza el viento que se aproxima a la superficie. Esta fricción afecta a todos los tipos de viento. La variación de la rugosidad de la superficie produce diferentes niveles de fricción. De hecho, la altura, la densidad y el tipo de vegetación superficial son todos aspectos que pueden afectar a la magnitud de la resistencia en la superficie. Las variaciones topográficas también pueden cambiar el grado de resistencia por fricción que experimentan los vientos en superficie. 

3. CONCLUSIONES.

Las afirmaciones que se llevan a cabo en la prensa en todo aquello que concierne cuestiones de seguridad pública y emergencias debe se tratado con mucha cautela. Especialmente cuando dichas afirmaciones pueden poner en peligro la seguridad y la vida de las personas.

En los últimos meses muchos profesionales de los Incendios Forestales hemos comentado la batallita de los cipreses y nos ha sorprendido ver el daño que la afirmación ha hecho especialmente en áreas de urbanizaciones. "Yo estoy tranquilo, mi casa está rodeada de cipreses".

Cada vez que escuchamos esto, se nos hace un nudo en la garganta. Por ello, es necesario aclarar que: 

1. Los cipreses no son ignífugos. De hecho, como planta resinosa (que contiene resina) arden con facilidad. 

2. Afirmar que los cipreses son ignífugos es una temeridad. El día que alguien amenazado por un fuego se refugie tras un seto de ciprés y muera abrasado (o asfixiado... ¿o acaso también protegen del humo de un incendio los cipreses?)

3. Hasta las plantas crasas (tipo cactus) con un alto contenido en agua se ven afectadas por los incendios forestales. Sirva como muestra la imagen de esta higuera de pala (Opuntia ficus) completamente destrozada por un fuego forestal. 

Imagen 7. Plantas crasas afectadas por incendio forestal. Fuente: Dalmau, 2012.

4. No existe la vegetación ignífuga. La necesidad de abordar el problema de la jardinería en áreas de Interfaz Urbana Forestal (aquellas zonas en las que confluyen las personas, sus estructuras (casas, cámpings, colegios, restaurantes, residencias...) y el terreno forestal) implica reconocer qué especies ofrecen mayor resistencia al fuego forestal por su composición en agua, estructura foliar, contenido en ceras, o aceites esenciales, etcétera. Los cipreses, no están entre ellas. Al cortarlos con forma de seto, la necromasa (parte de la planta del interior seca y muerta) constituye la mayoría de su estructura, teniendo verde sólo el exterior.

A continuación se muestran algunos ejemplos. 

Imagen 8. Seto de ciprés arrasado por fuego forestal. Sirvió de vector de propagación del fuego al interior de la urbanización. Carlet (Valencia), Pic de la Cabra. Fuente: Dalmau, 2012.

Imagen 9. Seto de ciprés afectado por fuego forestal. La distancia existente al monte y la dirección de avance de las llamas redujeron daños (ver detalle Imagen 10). Carlet (Valencia), Pic de la Cabra. Fuente: Medi XXI GSA. Consorcio SIDEINFO.

Imagen 10. Seto de ciprés afectado por fuego forestal. Si bien no llegó a calcinarse se aprecian claramente los daños por efecto del calor. Carlet (Valencia), Pic de la Cabra. Fuente: Medi XXI GSA. Consorcio SIDEINFO.

Imagen 11. Seto de ciprés en área de interfaz urbana - forestal. Efecto del fuego. Carlet (Valencia), Pic de la Cabra. Fuente: Medi XXI GSA. Consorcio SIDEINFO.


5. Generar estructuras piro-resistentes (que resistan el paso del fuego o dificulten su propagación) y generar una cultura de autoprotección, prevención y gestión de emergencias es un trabajo arduo y complicado. Por ello, determinadas ayudas, más o menos involuntarias, hacen mucho daño, y es necesario evitarlas a toda costa. 

Como pasa a menudo, "el sentido común es el menos común de los sentidos", y la historia de los cipreses ha sido otra muestra más. Por si acaso, mejor hacer caso a los que saben de verdad.

Extracto noticia:

El técnico de Coordinación Forestal y Voluntariado del Consorcio Provincial de Bomberos Valencia, Raúl Quílez, se mostró muy escéptico y dudó de la validez del experimento de Jérica."Los cipreses arder, arden", dijo contundente. "La parcela de Imelsa es como un campo de cultivo semiabandonado donde se deja pasturar a los animales", argumentó. Para este experto en incendios, si el suelo de la plantación de estas coníferas se hubiera quemado, como pasó en el resto de montes, "los cipreses hubieran ardido cual cerilla en una caja".



Así pues, sólo queda llevar a cabo un ruego para los profesionales de los medios de comunicación. A la hora de informar de determinados aspectos en materia de emergencias, su trabajo resulta fundamental. 

La historia de los cipreses forma parte de un experimento. Pero para nada es una hipótesis contrastada. Más bien al contrario. 

Su labor, la de informar, resulta básica. Así pues, desde estas humildes líneas de divulgación técnica solicitar su colaboración en una materia tan sensible, y que nos compete a tod@s. La lucha contra los incendios forestales y sus perniciosos efectos.

Una última muestra. Un árbol que arde por electrocución. Un ciprés.

8 comentaris:

  1. Pero, ¿como se puede ser tan zoquete para crrer que una planta resinosa es resistente al fuego?!! Así nos va en este país.

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  2. Muy buena entrada, completa y bien explicada. Me ha gustado mucho leerla.

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  3. Moltes gràcies Àngel :) s'agraeix que la feinada pagui la pena ;)

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  4. Ya veo que están casi todos lo argumentos que les expuse en las conferencias a las que fui invitado, pero falta la más aplastante que les interpelé al grupo de científicos que están estudiando el comportamiento de los cipreses, y que es la siguiente:

    ¿Cómo una especie ó genero que es ignífugo, o no arde, tiene una estrategia de reproducción mediante piñas serótinas?, estrategia clara de reproducción de especies pirofíticas.

    Como pueden suponer, esta pregunta quedó sin contestación.

    Saludos

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  5. mmm, me parece que la discusión está un pelín salida de madre. Creí que la pregunta era ¿por qué no ardió esa parcela de cipreses? No creí que tuviese nada que ver con ¿son los cipreses ignífugos? Me llámó la atención el hecho, pero más que con el comportamiento de un ciprés aislado ante el fuego, como creo que es su distribución normal por el campo; supuse que tenía que ver con las condiciones creadas por la masa de cipreses, tanto por su situación como por el microclima que crean-

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  6. Ferran soc el Damià encarregat de obres forestals a la provincià de Castelló no et falta raó en les teves conclusions i recopilació de dades.
    Aquesta parcel·la experimental de xiprers es va salva per les feines de silvicultura preventiva que es van realitzar en el seu voltant el mateix any o el anterior del fatídic incendi.
    Forma part de una obra Zau (zona de actuación urgente) Alto Palancia.
    Ho ser perquè jo era el encarregat de la obra, el tallafoc en aquest punt te una amplada de 38 m aprox. i va apoyat a la pista que delimita la parcel·la per la seva banda de ponent de on venia el foc.
    En els 800 m en direcció ponent de la parcel·la el foc va salta dos tallafocs mes, un de ells de limit de provincià que tenen una amplada considerable.
    Si t'interessa et faig arribar una foto del traçat dels tallafocs existents en la proximitat de la parcel·la. Aquí no soc capaç de posar-les amb fa falta una adreça de correu.
    Hi han altres parcel·les experimentals per la zona concretament a Cucalon que també es van salva en aquest cas son de altres especies concretament Pi blanc i Pi pinyer especies molt resistents el foc que també s'haurien de estudia je.je. resulta que van ser podades, Llaurades i aclarides el mateix any del incendi.
    Una abraçada.

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