dijous, 14 de febrer del 2013

Biomasa y Energía. Una cuestión de estrategia.


1. Introducción.

Según datos de la balanza comercial publicados por el gobierno en octubre de 2012 el Estado Español había importado un total de 213.161,8 millones de euros (periodo enero - octubre 2012). Del total de esta ingente cantidad de millones la dependencia energética exterior había significado compras de productos energéticos por un total de 52.437,8 millones de euros (esto es un 24,6% del total).  que continúa creciendo (14,8% frente al mismo periodo del año anterior). En "Román paladino", esto significa que el Estado Español no produce suficientes recursos energéticos y se ve obligado a comprarlos en el exterior, por un importe que en 2012 estuvo en el entorno de los 55.000 millones de Euros.

Para que el lector pueda hacerse una idea, el controvertido Plan E  (Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo) que impulsó el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero supuso una inversión de 8.000 millones de euros, y otros 5.000 en una segunda. En total, 13.000 millones de euros que dieron trabajo a muchas empresas que andaban acuciadas por la crisis. Es decir, cada año, el Estado Español se gasta el equivalente a 4,23 Planes E en comprar energía.

Evidentemente, no es necesario ser un experto en economía para entender que este hecho beneficia a aquellos que venden la energía que se consume, y perjudica notablemente el balance comercial del país "dependiente" de la energía exterior. 

Todo ello a pesar de que con la crisis el consumo energético de los hogares se ha reducido (curiosamente la crisis es "positiva" para el medio ambiente en este sentido) obligando por imperativo económico a l@s ciudadan@s a hacer un consumo más responsable de tan preciado recurso.

Y ante este hecho, cabe la siguiente pregunta:

¿De verdad es necesario importar tanta energía?

¿No dispone el Estado Español en todo su territorio de recursos que puedan suplir esta sangría ANUAL?

2. La Biomasa. La energía forestal. 

Como ocurre en todos los gremios y oficios (incluido el forestal - ambiental), así como en muchos aspectos de la vida, a veces aquellos profesionales que han de informar a la ciudadanía lo hacen sin conocimiento profundo del hecho informado. En algunos casos, se dejan asesorar. En menos casos contrastan la información, y en casi ninguno contraponen planteamientos. Esto genera un estado de desinformación, ignorancia colectiva, y prejuicios que en algún caso, como el que plantea este artículo, no tienen demasiado sentido.

Y como muestra una noticia de hoy mismo en el diario valenciano Levante - EMV que sorprende, por tendencioso e impreciso, en un medio pretendidamente serio. 

Haga clic en la imagen para ampliarla y leer la noticia. 
Fuente: Levante - EMV  14/02/2013 (Edición en papel)

Por ello, el objetivo principal de este artículo es informar, y ofrecer datos objetivos y contrastables, más allá de las opiniones, respetables o no, que cada un@ pueda tener. De hecho, la técnica y la ciencia forestal se basan (como la mayoría de las disciplinas de la ingeniería) en la demostración, y no en la opinión. En nuestro oficio no cabe la interpretación. El "yo opino que...". De hecho, no todo es relativo, y sí existen algunos hechos absolutos. Objetivos, y demostrables. 

Pese a lo serio del asunto (que lo es) permita el lector la broma, pero para opinar, ya están los tertulianos. Un simple artículo puede dar al traste con el trabajo y el esfuerzo de muchos profesionales. 

Que le pregunten si no a los bomberos sobre la gracia de los "cipreses ignífugos", y verán. Un simpático profesional de la información puso juntas ambas palabras y formó un lío considerable. 


Haga clic en la imagen para ampliarla.  Seto de Cipreses (Cupressus sp.) 
que ardieron y propagaron el incendio al interior de una urbanización en el Incendio Forestal de Cortes de Pallás a su llegada al municipio de Carlet. Ribera Alta. Urbanización Pic de la Cabra. 
Fuente: Dalmau, F., 2012.

3. ¿Sabe usted qué es la biomasa?

Tras leer el artículo, y las numerosas referencias que se pueden hallar en Internet, parece que much@s no lo acaban de tener claro. Según la Sociedad Española de Ciencias Forestales (que algo sabe del tema):
1. (Biol.) Conjunto de sustancias orgánicas de los seres vivos existentes en un determinado lugar.
Biomasa primaria (vegetal), secundaria (herbívoros), terciaria (carnívoros).

Haga clic en la imagen para ampliarla. Fuente: Medi XXI GSA


Ustedes, yo mismo, y todo lo orgánico que conocemos, salvo que haya venido de otro sistema solar, somos biomasa. Y nuestro origen principal es el Sol. Energía del "Astro Rey" convertida en diferentes formatos biológicos. 

Y un punto importante para comprender el concepto, como much@s habrán oído decir en más de una ocasión, la energía, ni se crea ni se destruye. Solamente se transforma. 

Por tanto, ¿Es posible revertir el proceso y obtener energía de la Biomasa? Absoluta, técnica y científicamente, sí.

4. Datos importantes referidos a la energía forestal.

A pesar de que, desgraciadamente, aún no es generalizado, el aprovechamiento energético de la biomasa, tanto residual  procedente de los tratamientos silvícolas, como de cultivos específicos,  residuos urbanos, ganaderos o industriales adquiere cada vez una mayor importancia. Especialmente en momentos como el actual en el que la economía inventada y diseñada por grandes mentes pensantes se ha ido al garete, y hay que volver atrás. A lo que se hacía antaño.

Existen de hecho similitudes entre lo que ocurre con los montes y lo que ocurre con ir en bicicleta. Hoy, es moderno circular por zonas urbanas en bici. Nuestros abuelos lo hacían. Es algo lógico. No consume  combustible, mejora las condiciones físicas... 

Lo mismo ocurre con los montes. Se abandonaron a su suerte por parte de una mal entendida cultura urbana, y ahora se vuelve a mirar hacia ellos, como el recurso que son. De hecho, los escenarios previstos a nivel energético que se plantean en la actualidad no son sostenibles ni a corto ni a largo plazo. La dependencia de combustibles no renovables cuestiona y hace necesario replantear y cambiar el actual modelo energético.


Haga clic en la imagen para ampliarla. Fuente: International Energy Agency (IEA).

Sirva como ejemplo para indicar hacia dónde se dirige el precio de los combustibles fósiles esta gráfica sobre la Evolución del Precio Medio Anual del Petróleo de la Agencia Internacional de la Energía publicada en 2011. Los costes de extracción del crudo se están incrementando notablemente, y ello, unido a otros factores macroeconómicos, irá provocando un ascenso en el precio que paga la ciudadanía.

Por ello, las principales agencias de planificación estratégica en las grandes economías plantean la necesidad de empezar a diseñar el futuro de la dependencia energética de los combustibles fósiles. 

Haga clic en la imagen para ampliarla. Fuente: ADEME France. Agence de l'Environnement et de la Maítrise de l'Energie. 

Tanto es así, que muchos gobiernos han empezado a valorar un cambio de provisión energética. Como muestra esta gráfica de la Agencia de Energía francesa (ADEME), es un hecho preocupante que el 85% de la energía primaria mundial dependa de combustibles fósiles. Este organismo público de carácter industrial y comercial, bajo la supervisión conjunta de los ministerios de Medio Ambiente, Desarrollo Sostenible y Energía, y del de Educación Superior e Investigación aboga por evaluaciones estratégicas, asesoramiento a empresas, organismos etcétera en la política energética a desarrollar.

Y ante este hecho, los gestores vuelven la mirada hacia los montes. Esos que se abandonaron a mediados de los 60, y que se han dedicado a acumular energía (biomasa) durante todas estas décadas.

De hecho, la biomasa forestal es un recurso renovable. Con la gestión adecuada, se puede obtener de forma sostenida e ilimitada en el tiempo, sin poner en riesgo el acceso a dicho recurso por parte de las generaciones futuras. Por ello, el lector debe conocer que existen algunos conceptos que conviene aclarar:

Existencias: (definición de la Sociedad Española de Ciencias Forestale):

1. (Selv.) Suma de los árboles de un monte o una parte determinada de él, expresada generalmente en términos de números de pies, área basimétrica o volúmen. 

2. (Selv.) La cantidad de madera y/o leñas en pie en un área expresada generalmente en unidades de volumen por unidad de superfície, por ejemplo m3/ha. 

Esto es, la cantidad de metros cúbicos de biomasa (energía) que existen en un monte o una zona de él. Así pues, en jerga forestal se habla de que las existencias del monte son de X m3/ha obteniendo el total de dichas existencias multiplicando por su superficie.

Así se obtienen datos que permiten planificar la extracción de leñas y madera, en función de su tasa de regeneración, asegurando la continuidad de las masas forestales, y generando toda una serie de beneficios económicos, ambientales y sociales (Desarrollo Sostenible en estado puro) que se definirán más adelante. 

Posibilidad: (Ord. For.) Es la cuantificación de los productos directos que un monte ha producido o debe producir. Se expresa en unidades de producto; para madera normalmente, en metros cúbicos con corteza por unidad de superficie y tiempo. (por ejemplo, metros cúbicos por hectárea y año).

Esto es, la cantidad de metros cúbicos de biomasa (energía) que el monte puede posibilitar por unidad de tiempo y superficie en función de parámetros climáticos, tipos de suelo etcétera. 

Y como muestra de la cantidad de existencias y posibilidad de los montes españoles, un dato fundamental: El incremento anual de biomasa total (aérea y radical) en los bosques españoles es de 60.413.183 Tn de materia seca de los que tan sólo se extraen 18.430.236 Tn de materia seca cada año (Fuente: Montero, et al 2005; Armero et al 2009). 

Esto supone que en la actualidad únicamente se está aprovechando un 30,5% del INCREMENTO ANUAL (Posibilidad), sin hablar del acumulado (Existencias). 

Por tanto, y por aquello de desmentir con datos algunas leyendas, normalmente urbanas, que curiosamente suelen enunciar personas que emiten opinión desde las grandes ciudades sin conocer la realidad rural, forestal y/o ambiental, es falso que los montes estén en regresión.

De hecho, no solamente no están en regresión, si no que por el contrario, debido entre otras cosas al abandono masivo del ámbito rural, están en franca expansión. 

Según los datos que introduce Don Eduardo Rojas Briales (Ingeniero Forestal y Subdirector General de la FAO, de la Organización de Naciones Unidas, responsable de su Departamento Forestal) en el Informe Sostenibilidad en España 2011 en su capítulo dedicado a bosques, el Volumen Con Corteza (Vcc) había alcanzado los 922.000.000 de metros cúbicos en 2009 (más del doble del que existía en 1975), y la existencia media por hectárea era de 50,5 metros cúbicos, cuando en la década de los 70 era de 38,7.  

No es de extrañar ante estos datos que cuando se produce un año especialmente seco, como lo ha sido el 2012, se quemen más de 200.000 hectáreas. Y es entonces cuando much@s se acuerdan de los montes. Cuando arden.

Durante el resto del año, como mucho a pasear, y poco más. Entienda el lector la ironía, pero cuando se leen artículos (y no es el primero, ni será el último) que en poco se ajustan a la realidad, y vierten opiniones más o menos tendenciosas sobre una de las alternativas más claras para la salida de la crisis como es el aprovechamiento energético de la biomasa, a los profesionales del sector forestal, que ya tenemos un panorama complicado de normal, se nos erizan el vello corporal.

Un detalle que el articulista ha olvidado mencionar es que una de las contra-prestaciones que las empresas adjudicatarias deben llevar a cabo es la redacción del Proyecto de Ordenación de Montes que se encarga de calcular cuánta biomasa hay, cuánta habrá, cuánta se puede y se debe sacar, y que se revisa anualmente, bajo la supervisión del gestor del monte, esto es, los Ingenieros Forestales de la Generalitat Valenciana.

Sin su autorización y supervisión,, ni se aprobarán los Proyectos de Ordenación de Montes, ni se extraerá una sola piña de los montes públicos. Este detalle, importante, no se menciona en ningún momento. 

En relación con el principio fundamental de la gestión forestal (la planificación de las actuaciones), y según datos del mismo Informe Sostenibilidad en España 2011, la planificación forestal en España, en el año 2008, esto es, un 12,27% de la superficie forestal (3.376.081 ha) se encontraba sujeta a proyecto de ordenación forestal, proyecto de ordenación, plan dasocrático o plan técnico de gestión. 

Hay que señalar que estas cifras son muy inferiores a las de la UE-27, donde al menos 22 países cuentan con más del 45% de su superficie arbolada sujeta a proyecto de ordenación, y de éstos, 6 países suman el 100%. El 64,2% de la superficie ordenada es pública, lo que supone la ordenación del 28,3% de la superficie forestal pública. En los terrenos privados la ordenación tan solo abarca el 6,1% de la superficie.

En 2008, las Comunidades Autónomas con mayor proporción de superficie forestal ordenada son, muy por encima del resto, Navarra (43,2 %) y Cataluña (39,6%), mientras que Canarias (0,3%), Extremadura (0,8%) y Asturias (1,1%), se encuentran a la cola. Y la cuarta, por la cola, a nivel del Estado, la Comunitat Valenciana. 


No es objeto del presente artículo entrar en consideraciones sobre por qué motivo la superficie forestal valenciana no está ordenada, o sobre por qué motivo la Generalitat Valenciana ha decidido apostar por ese modelo de gestión, dado que es un tema opinable, y en ese sentido es preferible dejarlo a la consideración de articulistas y tertulianos. 

Pero el hecho objetivo y demostrable es que no lo están. No existen los planes estratégicos que han de regir los recursos forestales valencianos. Y también es un hecho que mediante la propuesta que ha lanzado la Generalitat Valenciana para los 13 montes que ya se encuentra adjudicados, en total, 26.661,2 hectáreas, lo estarán. 

Y hay un dato que tampoco es menor. El abandono de los espacios forestales, la acumulación de biomasa, la falta de gestión forestal y de inversión en los montes (sea pública o privada), provoca, entre otras muchas cosas, Grandes Incendios Forestales (G.I.F.) como los que se vivieron en Valencia en 2012, y que tan caros salieron. Especialmente para quiénes perdieron la vida en la lucha contra ellos, y sus familias.

A los profesionales no nos extraña. Es algo lógico, visto el panorama. Un último dato. Más que nada para ilustrar las referencias al abandono del ámbito rural por parte de la mayoría de la sociedad. En el año 1950 un 47,9% de la población vivía en zonas rurales. En el año 2008 esta fracción había caído hasta el 21,4%. Y además, a nadie se le escapa que la población rural está cada vez más envejecida. Y este es otro factor que afecta notablemente al asunto del que se ocupa este artículo. 



Y vistos estos datos, cabría preguntarse: ¿De qué se extrañan? 
¿Cómo no van a haber Grandes Incendios Forestales?

En un incendio forestal se emiten a la atmósfera millones de Kw de energía acumulada de forma desordenada. El aprovechamiento de la biomasa forestal es una explotación ordenada de este recurso energético. ¿Qué opción parece más lógica?

Saquen ustedes mismos sus propias conclusiones, pero es bastante evidente la respuesta. 



5. La presunta "privatización" de los Montes Públicos valencianos.

Cuando un periódico publica una noticia debería, en un país serio, ser prudente con lo que enuncia. Y una comillas no quitan valor a las palabras. De hecho, existen diferencias notables entre lo que se ha propuesto en Castilla la Mancha (desamortización) y lo que se ha propuesto aquí. 

De hecho, desamortizaciones anteriores han tenido resultados nefastos. En este sentido, el lector puede consultar el posicionamiento que al respecto han tomado los profesionales del sector forestal leyendo la Nota de prensa que el día 6 de febrero publicó el Colegio Oficial de Ingenieros. 

Existe una diferencia notable entre privatizar o enajenar un monte público, y llevar a cabo una concesión administrativa.  

No es objeto del presente artículo entrar en tecnicismos jurídico administrativos, pero la diferencia es muy importante. Y en honor a la realidad, la apreciación resulta del todo pertinente. 

Lo que algunos medios de comunicación (La Sexta: ver noticia) tratan como un mismo tema no sólo no tiene nada que ver, si no que es un modelo de gestión completamente diferenciado. Y otra vez más se mezcla la técnica, demostrable y objetiva, con la consideración opinable. 

6. Antecedentes de hecho. 

El día 05/04/2012, la Generalitat Valenciana publicó una resolución por la cuál se concedía a una Unión Temporal de Empresas (del sector forestal para más señas, y con Ingenieros Forestales al mando técnico) el derecho a aprovechar 13 Montes de Utilidad Pública a cambio de una serie de un canon anual por monte (un importe en €/año/monte, establecido por los mismos ingenieros forestales que presuntamente ha consultado el diario, y que mantienen el anonimato en la noticia anterior (ver la publicación en el DOCV).

Note el lector que de los escasos recursos que han ingresado los montes valencianos en las últimas décadas provienen del canon que pagan las empresas eólicas por ubicar sus aerogeneradores en el monte. Dicho canon se vuelve a invertir en mejorar el monte.

Una muestra, en dos imágenes.

Masa densa de pinar con matorral en Monte de Utilidad Pública valenciano. Origen de la masa: Regeneración natural por emisión de semillas post-incendio.
Si se vuelve a producir un incendio en este tipo de masa forestal resulta, en la práctica, imposible de apagar. Falta de gestión forestal y aprovechamiento de biomasa. Además, en este tipo de masa el arbolada invierte recursos en competir, y no puede desarrollarse adecuadamente. De este modo, difícilmente alcanzará el estatus de "bosque". Masa forestal con alto riesgo de incendio.
Fuente: Dalmau, F. 2012. 

Masa de pinar con matorral disperso tratada en Monte de Utilidad Pública valenciano con dinero del canon de los parques eólicos. Origen de la masa: Regeneración natural por emisión de semillas post-incendio. Si se vuelve a producir un incendio en este tipo de masa forestal resulta viable establecer líneas de defensa y atajar el fuego. Muestra de gestión forestal y aprovechamiento de biomasa. Además, en este tipo de masa el arbolada invierte recursos en crecer y consolidarse, y puede desarrollarse adecuadamente pudiendo dar paso a bosques maduros. Masa forestal con riesgo de incendio bajo.
Fuente: Dalmau, F. 2012.


Para aquellos lectores no iniciados en materia forestal, y para evitar posibles interpretaciones, a continuación se muestran dos imágenes de un monte ordenado.

Aprovechamiento de biomasa y madera sobre una formación de Pinus sylvestris en el Monte de Utilidad Pública N° 251 del Catálogo de Montes de Aragón "Dehesa del Moncayo" de Tarazona (Zaragoza) de acuerdo con su Proyecto de Ordenación. La ordenación de montes permite un aprovechamiento sostenible de todos los recursos renovables que produce el bosque sin poner en peligro su continuidad como ecosistema. Fuente: Dalmau, F., 2008


Masas mixtas de diversas especies forestales en el Monte de Utilidad Pública N° 251 del Catálogo de Montes de Aragón "Dehesa del Moncayo" de Tarazona (Zaragoza) de acuerdo con su Proyecto de Ordenación. La ordenación de montes permite un aprovechamiento sostenible de todos los recursos renovables que produce el bosque sin poner en peligro su continuidad como ecosistema, y generando un paisaje magnífico por otra parte. Fuente: Dalmau, F., 2008


Cabe indicar que este monte es un monte ordenado. Que es como estarán los montes objeto de la polémica en unas décadas. Y además de ser respetuosos con el medio ambiente, este tipo de aprovechamientos, generan pingües beneficios para la sociedad en su conjunto. Y no solamente económicos. También sociales y ambientales.

La simple insinuación de que se pueda limitar el acceso a los Montes de Utilidad Pública, o a instalaciones recreativas de carácter público (que como buen dominio público son inembargables, imprescriptibles e inalienables, salvo desamortización expresa), más allá de limitaciones de seguridad (acceso a zonas con maquinaria trabajando o restricciones de acceso por riesgo de incendio...), genera estupor a poco que se conozca la normativa en esta materia, motivo por el cual no resulta necesario ningún comentario al respecto.


CONCLUSIONES

El Estado Español es deficitario a nivel energético. De ahí la necesidad de establecer políticas que traten de paliar esta situación y permitan la fuga de capital al exterior (55.000 millones de euros en 2012). 

Por el momento parece que no hay intención de "privatizar los montes". Solamente de hacer una concesión administrativa a empresas del sector forestal para aprovechamiento de biomasa.

El aprovechamiento ordenado de la biomasa forestal no solamente es sostenible, si no que a nivel estratégico en el momento actual para la economía española es necesario. Contrastando datos es fácil entender que no tiene sentido invertir en un año más de 55.000.000 de euros importando energía, y dejar que en nuestros montes se acumulen 60.500.000 millones de toneladas de biomasa cada año para que luego ardan en los incendios forestales.

La "No gestión" o la gestión inadecuada de los espacios forestales genera multitud de problemas como la pérdida de recursos hídricos, suelo (erosión), paisaje  además de un coste ingente a la hora de extinguir los incendios forestales. La alternativa estratégica que ha iniciado la Generalitat Valenciana no solamente es novedosa, si no que además generará, si nadie lo remedia con artículos de opinión, grandes beneficios en un espacio relativamente corto de tiempo. Estos beneficios, cuantificados en el Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat Valenciana (PATFOR), elaborado por profesionales de la Ingeniería Forestal, las Ciencias Ambientales y la Planificación Territorial Estratégica, se pueden resumir de forma somera en las siguientes líneas:

Beneficio social y económico:

- Fijación y mantenimiento de población rural en las comarcas valencianas de interior.


- Puestos de trabajo de planificación (ordenación de montes, inventarios…)

- Puestos de trabajo de explotación y aprovechamiento (selvicultores, maquinistas...) 

- Instaladores de calderas de biomasa.

- Implantación de Industria de transformación en áreas rurales.

- Creación de espacios defendibles para la lucha contra incendios forestales.

- Creación de paisajes aptos para el uso ecoturístico.

- Tratamiento de residuos sólidos urbanos (orgánica, muebles…)

- Apertura al aprovechamiento de otras energías renovables.

- Posibilidades de inversión en explotaciones de ocio y turismo de naturaleza asociado a montes accesibles (un monte sin gestión resulta impenetrable).

- Mejora de la balanza comercial del Estado.

Beneficios ambientales:

- Mejora del paisaje.

- Incremento de las reservas hídricas.

- Mejora de la calidad de las masas.

- Prevención de incendios forestales.

- Lucha contra el cambio climático.


Cuando se combinan todos estos factores, se puede hablar de Desarrollo Sostenible. Si el lector quiere cuantificar estos datos, puede bucear en la ingente cantidad de información que el equipo redactar del PATFOR (Acceso a la memoria completa), pagado con dinero público, ha puesto a su disposición.

Por ello, a las empresas implicadas, que han ganado un concurso público, no sólo habría que tenerles un respeto por el hecho de seguir manteniendo el tipo y los puestos de trabajo en estos momentos, si no que ademas habría que agradecerles la labor que llevan a cabo, y que tal vez por falta de información, formación o prejuicios, much@s no son capaces de ver. Tal vez sería conveniente en que los medios de comunicación centren el foco de su atención en velar por la limpieza de dichos procesos, y que sean los mejores equipos profesionales los que obtengan  el derecho a aprovechar esos recursos (como debiera ser siempre, por otro lado).

Los profesionales del sector forestal valenciano son conscientes de la necesidad de adoptar soluciones y captar inversiones públicas y privadas. Esta metodología de colaboración público - privada preserva la titularidad de los terrenos en manos públicas. Respeta la supervisión y la capacidad decisoria - gestión por parte de la Administración y al tiempo posibilita inversiones estratégicas necesarias en un momento en el que son fundamentales.

Respecto al formato de la contraprestación ni que decir tiene que aquellas empresas que trabajan con la administración pública sostienen una deuda muy importante. Es conocido por tod@s hoy en día. Por ello, es comprensible que para posibilitar la necesaria inversión el formato sea en "especie" y no en dinero. Eso faltaba, que además de deberles dinero la administración, tuvieran que adelantarlo.

Este método ya se aplica con el canon de las instalaciones eólica y está teniendo un resultado visible y muy apropiado en las zonas que reciben estos ingresos. Pregunten ustedes a quienes trabajan el monte, antes de emitir consideraciones más o menos acertadas, y verán cuál es la respuesta. Esa gente evita incendios todo el año. Cada día. De hecho, la modalidad no pecuniaria es moderna. En muchas ciudades los Bancos de Tiempo, o el trueque, son usados por la sociedad actual para no tener que llevar a cabo un desembolso de dinero. Esta opción es similar.

El presente artículo pretende esclarecer aspectos de los que la prensa suele olvidarse, y que son de suma importancia para el sector forestal. Los criterios de selección del material expuesto responden a la experiencia profesional en la materia.

REFLEXIÓN FINAL:

Muchos núcleos de población (dependerá del tamaño) podrían ser prácticamente autosuficientes con la utilización de biomasa de forma ordenada, así como mediante el uso de otras energías renovables (solar fotovoltaica, eólica…) lo que generaría una mejora sustancial de las condiciones de vida. A nivel estratégico es necesario abordar un cambio en el modelo energético. No hacerlo implicará seguir perdiendo recursos y eficiencia en todos los aspectos, tanto a nivel social y económico como ambiental. 

La situación actual de crisis económica está estrechamente ligada con el modelo territorial y productivo basado en la concentración de la población en grandes núcleos de población y una relación con el medio de carácter hostil, saprofítica y en cierto modo, de parasitismo. Este modelo de gestión que se propone favorece la simbiosis (beneficio mútuo) en muchos sentidos siempre y cuando se haga de forma clara y transparente. Y además, resulta a todas luces, sinérgica con el medio rural, el sector público, el sector privado, y la sociedad en su conjunto. 

El medio rural y los espacios forestales constituyen en la actualidad un ámbito viable para la creación de empleo directo e indirecto que permitiría aliviar la tasa de desempleo que padece el país. Para crear puestos de trabajo es necesario invertir recursos humanos y económicos de forma planificada y ordenada estableciendo bajo criterios técnicos los pasos a seguir para la conservación de los recursos naturales. No se deben cometer los mismos errores que han llevado a la insostenibilidad y a la crisis que actualmente padecemos. 

El aprovechamiento de la biomas, la consiguiente prevención de incendios forestales, la planificación agraria y la recuperación de la ganadería son fundamentales para la conservación de los recursos naturales en el ámbito rural para posibilitar su aprovechamiento funcional. La falta de inversión en prevención de destrucción de recursos acarrea consecuencias tan graves como la inutilización de un territorio durante décadas para cualquier aprovechamiento (si tienen dudas pregunten a los habitantes de Andilla, Dos Aguas, Cortes de Pallás...).

Aprovechar la totalidad de los recursos territoriales de los que se dispone, y no sólo de los que están junto a las áreas urbanas, de forma eficiente y sostenible garantiza un sistema económico más estable y puestos de trabajo menos precarios.

El medio rural constituye en la actualidad un ámbito viable para fijar población a espacios que sufren riesgo de despoblación severa y bajar además la media de edad de dichas áreas

El aprovechamiento de los recursos debe hacerse siempre bajo criterios técnicos, de forma sostenible y ordenada, si no se quiere poner en riesgo su viabilidad futura. Y la iniciativa de los 13 montes adjudicados en 2012, asegura esta alternativa.

La formación de la población local para nuevas actividades tales como la defensa contra incendios, el aprovechamiento energético de la biomasa, o el ecoturismo mediante programas específicos supone una base fundamental para la consecución de los objetivos de sostenibilidad y creación de empleo en el ámbito rural. Para poder financiar todo este cambio estratégico, además de la inversión pública o privada y la producción propia de las actividades descritas caben otros conceptos como el pago por servicios ambientales

Se está preparando el futuro, aunque parezca que algun@s aún no se han dado cuenta.

Ingenieros Forestales en labores de inventariación. Pallars Sobirà. Fuente: Dalmau, F. 2009. 

Trabajos de inventario en parcelas experimentales. Sinarcas. Valencia. Fuente: Dalmau, F., 2009

Trabajos de inventario en parcelas experimentales. Sinarcas. Valencia. Fuente: Dalmau, F., 2009

Levantamiento de parcelas en trabajos de inventario. Operarios de una empresa forestal valenciana trabajando en el Proyecto de Ordenación de 13 Montes de Utilidad Pública para la obtención de biomasa. Fuente: Medi XXI GSA, 2012.






2 comentaris:

  1. Muy buen post. Debemos promover el uso de la biomasa para generar energía sostenible con el medio ambiente.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Gracias Lara =) así es... pero hay gente que no lo acaba de entender... tocará seguir trabajando. ¡Que vaya bien!

      Elimina