divendres, 13 de setembre del 2019

Limpiar o no limpiar los barrancos... ¿esa es la cuestión?

Llueve. Llueve mucho. Y de repente todo el mundo sabe de hidrología, meteorología e ingeniería… ¿o no? 

Durante las últimas semanas, según se anunciaba la llegada de esta DANA (técnicamente llamada Depresión Aislada en Niveles Altos) que no es otra cosa un sistema de bajas presiones en los niveles altos de la atmósfera que baja hacia nuestras latitudes generando episodios de mucha inestabilidad como los de estos días, aunque mucha gente lo sigue llamando “Gota fría” por su forma (el concepto tiene origen alemán y es conocido como “kaltlufttropfen”, que significa gota de aire frío) y se vislumbraba que venía con fuerza, se llenaron redes, radios y televisiones de gente repitiendo el mantra de todos los años:

¡Que limpien los barrancos!

Ya está. Con eso todo solucionado, ¿verdad? ¿¡Qué sabrán técnicos, ingenieros o científicos!? ¡Maldit@s sabiond@s! ¡Si estudiar no sirve pa'ná! ¡Lo que tienen que hacer es limpiar los barrancos!




Formación de una DANA vista desde el satélite METEOSAT
Fuente: AEMET

Pues miren… desgraciadamente va a ser que no. Ojalá fuese tan simple la solución... 

El “limpien los barrancos” es a las inundaciones lo que el “limpien los montes” a los incendios forestales. Es una incorrección técnica simple, simplista y que no soluciona el problema. Es más puede agravarlo. Las inundaciones son un síntoma, como los incendios, de una enfermedad mucho más grave. La enfermedad se llama Cambio Climático. Se llama urbanismo inadecuado y mal planificado. Se llama falta de cultura preventiva y del riesgo. Se llama infraestructuras mal diseñadas y mal ejecutadas. Se llama, por resumir, falta de sentido común en muchas capas de la sociedad. Desde la ciudadanía, pasando por los técnicos, hasta los responsables políticos. Sería fácil echar la culpa a los de siempre… o a las cañas y la vegetación de Ribera, pero no. No es tan fácil, y aquí intentamos explicar algunas claves del problema y vías para su prevención.


Infraestructura ferroviaria totalmente inundada durante la DANA de septiembre de 2019 en La Font de la Figuera (Valencia)
Un diseño inadecuado, la falta de previsión ante episodios torrenciales, o la falta de matenimiento acaban generando estampas como esta y los consiguientes costes para las arcas públicas que deben reparar los daños.

Fuente: Redes sociales


Limpiar, o no limpiar... esa no es la cuestión (solamente). 

El agua ha sido, es y será un importante agente modelador de nuestro paisaje. Es decir, desde su llegada a la superficie terrestre mediante lluvia, nieve o granizo, hasta su desembocadura al mar, puede recorrer decenas, cientos o miles de kilómetros arrastrando, transportando y depositando sedimentos desde las zonas más elevadas a las menos. Hay que recordar que la inmensa mayoría del agua es salada (un 97,5%) que se encuentra fundamentalmente en los océanos y el resto agua dulce (un 2,5%) aparece en los continentes. Y de ese 2,5% sólo el 0,01% es agua dulce utilizable por la Humanidad (en pozos, lagos, ríos o embalses...) formado la red hidrográfica (barrancos, arroyos, ríos, …) que se desbordan cuando llueve mucho. El agua dulce aprovechable para garantizar las necesidades básicas de la sociedad, puede pasar de ser un recurso renovable a no renovable en función de su uso y explotación, tanto a escala cuantitativa (litros utilizados) como cualitativa (agua apta o no para consumo). Es sobre todo en este último, donde la vegetación ejerce una función primordial como filtro verde.

El Ciclo del Agua. Cuanto más cálido está el mar, más agua evapora.
Fuente: US Geological Service

Estas cuencas hidrográficas y los cauces por los que discurren las aguas favorecen unas condiciones propensas a la aparición y desarrollo de vegetación que, a su vez, atrae a una amplia diversidad de fauna, creando un ecosistema ripario (de Ribera, de río...) que ofrece importantes beneficios al medio ambiente, y repercute directa e indirectamente en nuestra sociedad. La conservación de esta vegetación asociada a las cuencas de ríos y barrancos contribuye a mejorar la infiltración del agua en los acuíferos y a la protección del suelo, reduciendo la erosión (“eliminación de suelo”) y asegurando la estabilidad de los márgenes en caso de avenida (reduciendo el riesgo de desprendimientos, inundaciones, …). A su vez, reduce la velocidad del agua y, por lo tanto, la virulencia de esta en momentos de un incremento de caudal. Si una cuenca hidrográfica (de un barranco, un arroyo, un río...) tiene la cantidad adecuada de vegetación, aproximadamente 90 de cada 100 litros van al acuífero, y 10 de cada 100 litros van a escorrentía (a recorrer los cauces y provocar daños). 

Si se elimina la vegetación, los datos se invierten. Si "limpiamos" la vegetación, el 90% del agua corre por la cuenca y sólo infiltra el 10%. La presencia de vegetación durante una lluvia intensa puede influir mucho en la infiltración del agua. Las ramas y las hojas de la vegetación contribuyen a reducir la intensidad de la precipitación o la velocidad del agua según cae y permite una mayor infiltración en el suelo, aumentando las reservas para que podamos beber. Cuanto más vegetación haya, menor será la escorrentía. 


Tras los incendios aumenta la pérdida de suelo. La herencia milenaria de las terrazas de cultivo reduce estas pérdidas. / Fuente: Artemi Cerdà / Universitat de València

Esta vegetación, en los cursos fluviales, proporciona además sombra durante el transcurso del agua, manteniendo la temperatura y evitando un sobrecalentamiento de ésta. Que el agua se recaliente puede provocar un empeoramiento de su calidad y limita las especies que puede albergar el río. Otra función imprescindible que ejercen las plantas y árboles en los cauces, es la de depurar las aguas, reduciendo los niveles de metales pesados y otros compuestos nocivos para la salud; tal es su efectividad, que se están utilizando actualmente como biofiltro para aguas residuales. Además de otras muchas funciones beneficiosas de los ecosistemas riparios, el incremento de valor que ejercen sobre el paisaje y su potencial de aprovechamiento recreativo (entre otros muchos aprovechamientos), suponen, con una gestión adecuada una mejora de la calidad de vida en la zona. Y los que describimos son solamente algunos de los beneficios que proporciona el disponer de vegetación asociada a los cauces fluviales. 

Cualquiera de ustedes, si no nos cree, puede hacer este sencillo ensayo. Corte 3 garrafas. Ponga tierra y ponga diferentes cantidades de material vegetal encima. Vierta agua sobre esas garrafas, y observe el resultado. 

Ensayo práctico para mostrar el papel de la vegetación en el filtrado del agua
Fuente: Pinterest i-agua

Lógicamente, es necesario realizar una adecuada gestión de estos para evitar, entre otras cosas, especies exóticas e invasoras como la caña (Arundo donax) que ha colonizado de forma eficiente muchas zonas y puede llegar a obstaculizar el paso de agua en caso de avenida. Pero... ¿la responsabilidad de estas obstrucciones es de la vegetación, o de cómo se diseñan las infraestructuras?

Antropoceno, o el manto de desperdicios por el que seremos recordados...

Dijo un "salvaje" hace algo más de un siglo que "la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia". Fue el Jefe Seattle, de los indios norteamericanos Suwamish en una carta al Presidente Franklin, que les quería comprar sus tierras... Todo lo que echamos en los ríos, lo echamos en agua que tenemos que beber. ¿Les parece esto inteligente? ¿En serio, Jorge? 

El impacto ambiental en ecosistemas fluviales, alrededor de los cuales se ha generado necesariamente tejido urbano por la necesidad del recurso agua, es difícilmente mesurable. Se trata de ecosistemas longitudinales, con gran parte de su perímetro en contacto directo con industrias, núcleos de población, campos de cultivo, etc. y los humanos tenedemos a ser algo cerditos (con todo respeto a los cerdos de cuatro patas). 

De nuestra actividad se derivan impactos como la basura en ríos y barrancos o en sus inmediaciones y el vertido directo o indirecto de contaminantes en el agua (que recordemos, es la que tenemos que beber, y es un 0,01% del total...). Los episodios de lluvia intensa no hacen sino intensificar el ritmo de dichos impactos, confluyendo en el curso fluvial residuos sólidos arrastrados por la fuerza del agua y reuniendo en su caudal también aguas sucias. Técnicamente los alivios de emergencia que se producen forzosamente en las EDAR (esas estaciones que se encargan de aliviar la carga contaminante de aguas urbanas residuales antes de su desagüe al mar) son un buen ejemplo de impacto ambiental directo por vertido a aguas, fluviales y marinas por inercia. Y todo eso va a parar al mar... y del mar, a las nubes, y de las nubes... llueve sobre nuestras cabezas... Permitan que nos lo tomemos con cierta guasa... pese a lo serio del asunto. Los Toreros Muertos ya cantaron una oda al Ciclo Hidrológico hace muchos años. 

Todo lo que hemos echado por el retrete, o al lecho del río... volverá a nosotros
Fuente: Youtube

El diseño de infraestructuras. ¿Qué fue antes, el puente, o la vegetación?

Del mismo modo que en las ciudades vemos ridículos alcorques pese a los cuáles los árboles tratan de sobrevivir, el diseño de infraestructuras muchas veces se queda corto ante la falta de gestión de las cuencas hidrográficas. El diseño de la canalizaciones artificiales de cursos fluviales, es una materia cuya revisión urgente sería fundamental en nuestro territorio torrencial. Infraestructuras duras e inertes como “canales de hormigón”  que generan coeficientes de rugosidad muy bajos, derivando en flujos rápidos, y en la aceleración de lo anteriormente comentado entre otros, además de un mal gusto paisajístico espectacular. La renaturalización, como en el caso reciente del Manzanares, con infraestructuras de escollera vegetada, generan coeficientes de rugosidad mayores sin comprometer la libre circulación del curso en dichos episodios por la facilidad de drenaje a través de los intersticios existentes entre las escollera. Que un ojo de puente sea pequeño, que una conducción pasante de un badén, o una vía de comunicación se quede corto ante episodios torrenciales, es responsabilidad de quienes los diseñan, de quienes recortan en la ejecución, o de quienes los autorizan. 

Esos errores de diseño cuestan, cuando menos, dinero. Pero pueden costar también vidas... Pese a que las grandes avenidas generan destrucción de áreas naturales por arrastre, y las pequeñas beneficios en cuanto a procesos de sedimentación, erosión local y transporte de materia orgánica y propágulos de regeneración, la inertización de cauces no permite ni una minúscula compensación de daños por arrastre, y hacer puentes pequeños, provoca tapones. No al revés. En condiciones normales, restos de vegetación "muy grandes" llegan hasta el mar, sin problemas. ¿Por qué será?

Desembocadura con restos arrastrados a lo largo de toda la cuenca del Bogachiel River en Newbert Creek, Third Beach en el Parque Nacional de la Península Olímpica. Fuente: Ferran Dalmau - Rovira


La prevención, la planificación, la formación y la autoprotección como forma de vida

Vivimos en tierra de lluvias torrenciales. Y no es de ayer. Pese a ello, muchos municipios valencianos (más de 100) siguen sin tener un plan de inundaciones. Es el denominado PAMRI (Plan de Actuación Municipal ante el Riesgo de Inundaciones) que no es otra cosa que un documento técnico que establece la organización y las actuaciones de los recursos y servicios municipales, al objeto de hacer frente a las emergencias por inundaciones.

Y esto no es algo voluntario. Es algo preceptivo, por Ley. Minimizar el riesgo y garantizar la seguridad de los vecinos frente a inundaciones forma parte de las obligaciones de las corporaciones municipales, tal y como se establece dentro de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local (LBRL) que otorga a los Ayuntamientos competencias en materia de protección civil y de prevención y extinción de incendios, centrando la responsabilidad en la figura del Alcalde (que como saben, es "el que quiere que sean los vecinos el alcalde", Rajoy, 2015). Según la normativa, corresponde al alcalde adoptar personalmente, y bajo su responsabilidad, en caso de catástrofe o de infortunios públicos o grave riesgo de los mismos, las medidas necesarias y adecuadas dando cuenta inmediatamente al Pleno Municipal. Y otra cosa, la responsabilidad de la elaboración y aprobación de los Planes de Actuación Municipal frente al riesgo de inundaciones corresponde al órgano de gobierno municipal.

Este documento, una vez hecho, ensayado en simulacros, formado el personal, debería ayudar a que se preste un servicio rápido y coordinado de los medios municipales, reduciendo así los riesgos para la población. Un ejemplo: el Ayuntamiento de Algemesí, en la Ribera Alta. No sólo hicieron y aprobaron su plan... es que han formado a su Policía Local, Técnicos y Protección Civil (¡hasta los políticos participaron en los ejercicios!) para prepararse ante episodios de meteorología adversa...

Gente del Ayuntamiento de Algemesí preparándose para cuando llueva un día que no llovía. Formación de aula y ejercicios prácticos con bombas de achique para practicar por si un día hace falta. Fuente: Medi XXI GSA. 


Los PAMRI permiten conocer el riesgo real al que un municipio puede verse expuesto, catalogando los elementos vulnerables presentes y zonificando el territorio en función de su riesgo. Este conocimiento previo, permite desarrollar las acciones necesarias para prevenir posibles afecciones en futuras emergencias. 

En el momento de la inundación es difícil implementar las medidas necesarias para evitar los daños, por tanto, planificar un correcto seguimiento de la situación meteorológica y una alerta temprana a los vecinos, permite, tanto a estos, como a los medios municipales, disponer del tiempo suficiente para tomar las medidas adecuadas frente a la futura inundación. La importancia de conocer la capacitación y experiencia de los medios personales disponibles para el día de la emergencia, y que estos conozcan las funciones que deberán de realizar, tanto en fase de preemergencia, como durante la emergencia todas las personas implicadas es uno de los aspectos claves para garantizar una buena respuesta ante la misma. El PAMRI planifica una serie de tareas informativas y de formación con el objetivo que el día de la inundación, tanto la población local como los miembros de la administración local, ejecuten de forma correcta y ágil, los procedimientos preestablecidos en el Plan. Estos planes recogen la realidad municipal frente al riesgo de inundaciones, convirtiéndose en una herramienta que permite a cualquier miembro de la corporación local, disponer de un conocimiento adecuado de las medidas y procedimientos que se deben llevar a cabo en caso de riesgo de inundación, e identificar necesidades formativas, de material, o de infraestructura para mejorar en el futuro. 

Miren, no nos gusta el Cambio Climático. Pero no parece que vayamos a pararlo de hoy para mañana. Hace unos años empezamos a utilizar esta diapositiva en la que explicábamos que en Europa habría 100.000 muertos más cada año si no se cambiaban ciertos parámetros relacionados con el modelo territorial, con la planificación territorial estratégica... Hubo quien nos dijo de todo (y lo sigue habiendo), pero nos da igual, porque la realidad es tozuda y se va observando que los negacionistas del cambio climático tienen cada día menos argumentos. 

El Cambio Climático matará cada año aproximadamente a 100.000 personas más, si no hacemos nada, según un informe del año 2014. No es una errata. Fuente: Nuño Domínguez. 


Por cierto, ya va siendo hora de que las empresas de comunicación empiecen a aplicar criterios de sentido común para con su personal, o al menos, a cumplir con la normativa de Prevención de Riesgos Laborales a la hora de enviar a sus informadores a cubrir emergencias, sea por incendio forestal, inundación o lo que sea... Si se quieren meter en la zona cero a su gente, deben dotarlos de un EPI (Equipo de Protección Individual), formarlos en materia de seguridad, y ponerse en contacto con los responsables de emergencias para que les digan dónde pornerse sin molestar. El derecho a la información es sagrado. La Prevención de Riesgos Laborales, la salud, y la autoprotección una serie de obligaciones establecidas por Ley. Téngalo en cuenta si trabaja en estas cosas. Por su propia salud, y seguridad  hora argumentos. 

Un periodista con capucha, poniendo su vida en peligro. Fuente: Twitter

Dos periodistas con Equipo de Protección Individual en una zona de riesgo acompañadas por un técnico encargado de darles soporte ante eventuales riesgos. Fuente: Cabildo de Gran Canaria. 

Acabamos... ¿Por qué sigue habiendo agua en los ríos cuando no llueve? La gente del CREAF nos lo explica en este magnífico vídeo. Piénselo. Y piense si tras todo lo que le hemos contado sigue pensando que la solución es "limpiar barrancos"... ¿o no?




Por qué hay agua en los ríos cuando no llueve.
Fuente: Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals


La única forma viable de acometer lo que nos toca acometer es la prevención. La gestión hidroLÓGICA forestal de cuencas pensando en la prevención de inundaciones (entre otras muchas cosas). La formación de la ciudadanía y de sus responsables políticos. La revisión de ciertos preceptos técnicos por parte de l@s amig@s del hormigón, y la asunción de una responsabilidad compartida que nos compete a tod@s. Será esto, o seguir como siempre. No hay buenas o malas decisiones. Sólo consecuencias. 

La conclusión a la pregunta sobre si limpiar barrancos sí, o no, sólo piensen que cuanto menor es la resistencia al flujo hidrológico (cuanta menos vegetación tiene la cuenca y el propio cauce), es decir menos obstáculos existen, mucho mayor es el caudal pico de la onda de avenida, lo que permite que el agua se acumule más rápido en la parte final de la cuenca agravando la inundación en esta zona.

La Gestión Forestal Sostenible de las cuencas para maximizar la infiltración y la cantidad de agua que va a nuestros acuíferos, la mitigación de los efectos del Cambio Climático, la prevención de incendios forestales, la prevención de la erosión y la desertificación, la lucha contra la sequía, la creación de paisajes de alta calidad... sería infinitamente más barata que pagar la factura de estos episodios. Podemos invertir en ella, o podemos seguir gastando como hasta ahora y acordarnos de Santa Bárbara cuando truene. 


¿Qué prefieren?



PD (para l@s puristas de esta sociedad ofendidísima): Sí, el tono del artículo es jocoso, desenfadado, y queremos pensar que divertido. Lo hacemos con toda la intención. Lo llamamos reírnos seriamente de las cosas. Es un tema serio, por supuesto, pero llega mejor con una sonrisa. Bastante jodidas están las cosas ahí fuera ya de por sí. Esperamos que nos entiendan. Y si no, no pasa nada, pasen de largo. 

Y sobre todo recuerden: no se tomen la vida demasiado en serio. 
De todas formas, nadie va a sobrevivir =)

Un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme (Xaló, Marina Alta, Santi)



AUTORES: 

Emma Gorgonio Bonet
Ingeniera Forestal. Licenciada en Ciencias Ambientales
Subdirectora del área ambiental de Medi XXI GSA

Ferran Dalmau Rovira
Ingeniero Forestal. Técnico de Emergencias y Protección Civil
Director de Medi XXI GSA

Raimon Pérez Ferrando
Ingeniero Forestal. Licenciado en Ciencias Ambientales
Delegado en Alacant de Medi XXI GSA

Francisco Quinto Peris
Ingeniero de Montes. Ex-Jefe de Unidad de Bombers Forestals de la Generalitat
Subdirector de Ingeniería de Medi XXI GSA


FUENTES:

AGENCIA ESTATAL DE METEOROLOGÍA - AEMET: http://www.aemet.es

CONAMA, Análisis de la influencia que el estado de limpieza de los cauces tiene en las avenidas. Gallego, C. 2016.

CREAF - Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals: www.creaf.cat 

FOOD and AGRICULTURE ORGANIZATION of the UNITED NATIONS - FAO: http://www.fao.org/home/en/

MUÑÓZ CARPENA, R. y RITTER RODRÍGUEZ, A., 2005. Hidrología agroforestal. Madrid: Mundi-Prensa : Dirección General de Universidades e Investigación. ISBN 8484762459.

REVISTA MÉTODE - Universitat de València, CERDÀ, A., et al, FUEGO Y AGUA. El impacto de los incendios forestales en el ciclo hidrológico: https://metode.es/

10 comentaris:

  1. Molt bon article, totalment necessari després d'un episodi com el d'ara, on paral•lelament s'han escoltar moltes opinions generades pel "pensament únic".

    Salutacions!

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  2. Molt bò! Sense concesions. Ara, es pot fer en valencià, si?

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    1. Si tens temps i ganes =) serà benviguda la traducció... si?
      Gràcies

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  3. Molt bo l'article i d'obligada lectura, però per desgràcia, tornarà una altra gota freda (DANA ara) i repetirem. M'ha agradat molt el que parleu també de com s'informa als mitjans de comunicació, més ara, que el temps, la meteorologia, s'ha convertit en un tema d'alarma i sensacionalista. Sóc d'Ontinyent i he viscut desde menuda dalt del pont nou a l'entrada del poble. Des de casa podia veure el riu cada dia.
    Res nou, veure el barri de la Canteria igual que sempre i m'he assabentat que l'escorxador encara continua al mateix lloc. Però el més important, és fer jardins vora riu on quan jo era menuda, flotaven ànecs i gallines quan venia la riuada.
    Moltes gràcies per tanta informació seriosa i documentada. Comparteix i vos seguiré.
    Salutacions.

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    1. Bo, anar prenent consciència ja és un avanç... I el canvi climàtic pot fer que les coses "de tota la vida" ja no ens valguen com a referent... Seguirem fent feina per intentar que no siga així =) I grácies per compartir i per seguir-nos

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  4. Molt necessari, el teniu en format pdf, l'article.

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    1. Si ens contactes via info@medixxi.com te'l podem fer arribar, o pots imprimir-lo des del blog en pdf =) gràcies

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  5. Absolutament d'acord amb el contingut de l'article.
    Soc d'Ontinyent i fa més de 30 anys que gestione les terres familiars tot plantant arbres en els plans i les ribes i creant microbarreres de pedra seca i restes forestals en barranquets i palafangues per a la retenció de l'aigua.
    Podria dir que en lloc de 'netejar' els barrancs els he 'embrutat' amb xicotets impediments per a l'aigua i materials vegetals de poda.
    El resultat és que desprès de trenta anys d'actuació s'ha creat en un terreny de forta inclinació un verger de vegetació i mínima erosió que, a més, atrau una fauna ben interessant que troba cecer, frescor a l'estiu i caliu a l'hivern, refugi i alimentació.
    A poques hores encara de la cecent DANA no puc dir que haja eixit indemne, però l'escorrentia i la conseqüent erosió provocades en el meu secà han sigut mínimes. Observava ahir com la vegetació i el seu sistema radicular han creat en superfície una manta protectora i en el subsol un sistema radicular que fixa el la preada terra fèrtil.
    Moltes felicitacions pel vostre encertat article.

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    1. Diuen que tota pedra fa paret =) moltes gràcies per la feina al bancal i per llegir-nos

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